El silencio y la complicidad: protección política en casos de abuso sexual

El gobernador Osvaldo Jaldo guarda un silencio cómplice ante las acusaciones contra el legislador y ex intendente y ex diputado nacional José Orellana, quien ha sido acusado y condenado (aunque sin sentencia firme) por abuso sexual contra una empleada del Congreso de la Nación en 2016, cuando ocupaba un cargo como diputado.

Orellana, quien dejó su feudo para trasladarse a la Ciudad de Buenos Aires tras ser elegido por el peronismo para ocupar una banca a nivel nacional, fue encontrado culpable de haberse propasado con la empleada, besándola en contra de su voluntad. A pesar de la condena, José rechazó la decisión judicial, argumentando falta de pruebas y mencionando que previamente la Justicia había dictado tres veces la falta de mérito, siendo sobreseído en primera instancia en 2019.

“Seguramente nadie te besó así, ¿no?”.

El incidente de abuso ocurrió el 11 de noviembre de 2016 en uno de los Anexos de la Cámara de Diputados de la Nación. La víctima, quien se desempeñaba como secretaria de una legisladora, recibió frases de índole sexual al ingresar al despacho de Orellana. Posteriormente, este la abrazó y le dio besos en el interior de su oreja izquierda, con comentarios inapropiados.

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Dirigentes cómplices 

Ni las altas dirigencias del partido peronista, dirigidas por Juan Manzur, ni el actual gobernador Osvaldo Jaldo, han realizado comentarios o han obligado al legislador Orellana a declinar su candidatura para legislador. Esto evidencia complicidad en la protección de políticos acusados de abuso sexual, como el caso del presidente de Atlético Tucumán, y actual legislador Mario Leito. Parece ser que la doctrina peronista implica proteger a los acusados de abuso sexual y corrupción.

Los habitantes de Famaillá también son cómplices, ya que le otorgaron su voto a una persona condenada por abuso sexual. Así como los empleados públicos deben presentar un certificado de buena conducta, también debería aplicarse a aquellos que ocupan cargos políticos pagados con los impuestos de los tucumanos.

Osvaldo Jaldo es mirado con simpatía por su alineamiento con el gobierno de Javier Milei, pero con respecto a estos casos deja mucho que decir.

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